Me miro al espejo con la detención con que lo haría un entomólogo, corrijo cada imperfección con maquillajes y sombras. El hambre se ha vuelto mi estado natural y mi rutina de gimnasio es de atleta olímpica, pero claramente ya no lo fui. A cambio, mi figura es la misma que la de una joven de veinte, de diecisiete o aún mejor. Parezco vanidosa, pero no es eso. Es sólo que no quiero encontrarme con alguien dirigiéndome la palabra señora mientras soy todavía señorita. Eso sería la condena a una soledad eterna que me causa el peor de los terrores.100108
CAMINOS LIMPIOS
Hace 15 horas
4 comentarios:
que le llamen a una señora cuando es solo señorita debe ser duro...bonito escrito...besos.
Una pensamiento inquietante, para pensar. Me ha encantado esta litografía de Mucha. estuve en su museo y me disfruté.
Un abrazo.
ummmm el espejo tanto que nos dice y
Eso es lo que vemos dentro de un Espejo.
Si te refieres al reflejo de mi cuerpo físico,veo una mujer que se ama así misma.A veces la veo romántica,otras juguetona,melancolica,en ocasiones cansada,y en otras llena de Vida.
bessss
No debiéramos dar tanta importancia
a los términos en que se dirigen a nosotros lo importante es sentirse
bien con uno mismo y aceptarse
tal como uno es.
Besos.
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