domingo, 24 de mayo de 2009

GÉNESIS primer relato




Podría haberme perdido para siempre dentro de ti y haberme ovlidado de mí mismo y transformarme en un ser diferente, ajeno a la dialéctica e irracional como tú.

No fueron, sin embargo, los ángeles del cielo ni alguna virtud cardinal quienes me salvaron de la caída al abismo, a tu abismo de proporciones infernales y humillantes.
No.
Antes bien acudió en mi rescate un pecado capital mayor que mi lujuria: mi soberbia.

Así fue como aprendí a respetar a los demonios...

2 comentarios:

Habitaciones rojas, pensamientos negros dijo...

Buen inicio, interesante... Ya veremos quiénes son los demonios...

Besos rojos,
HR.

LADO B dijo...

siempre un agrado HR :)